Nelson Quijada: "Hay que pensar en Venezuela para salir adelante juntos"
El empresario está plantado en una idea: "llegó la hora de actuar, la economía no puede esperar más". Insiste en que los venezolanos "piensan o pensaban, que la toma de decisiones iba a afectar las elecciones, las afectó pero de otra manera. Sugiere asimismo atacar el bachaqueo y estimular a la población a consumir lo que verdaderamente requiera.
Quijada: "No es posible mantener la diatriba política: se atrasa todo" (Vicente Correale)
MARIELA LEÓN | EL UNIVERSAL
domingo 31 de enero de 2016 12:00 AM
Nelson Quijada, es el presidente de Coposa - empresa dedicada a la fabricación, distribución y comercialización de bienes de origen vegetal oleaginosos en los mercados nacionales- y está plantado en una idea: "llegó la hora de actuar, la economía no puede esperar más".
Afirma haber asistido al seriado de reuniones que el Gobierno, cada tanto tiempo, motiva al sector privado para analizar estos temas. Recuerda entonces a Fuerte Tiuna, Banco Central, Centro Internacional de Educación y Desarrollo (CIED) y a los distintos despachos, como escenarios de encuentros, debates, propuestas.
"Estamos llegando al momento de que no hay mañana, las cosas hay que hacerlas ya", dice. "Necesitamos medidas urgentes; mientras se siga anunciando que se va a hacer y no se hace, se crean expectativas y la gente empieza a no creer".
Insiste el industrial en que los venezolanos "piensan o pensaban, que la toma de decisiones iba a afectar las elecciones, las afectó pero de otra manera. La gente se cansó de que no se tomaran las medidas. No entiende cuál es la espera".
También la "diatriba política atrasa todo. No es posible mantenerla. Hay que pensar en Venezuela, en remar todos juntos y sacar al país adelante". Sostiene que las "disminuidas divisas que ingresan" al fisco, por concepto de petróleo, "deben reorientarse y ocuparlas en las cosas prioritarias, como son la comida y las medicinas". Además "es vital la administración de esas pocas divisas en lo que realmente necesita"Venezuela.
Oficio desviado
"Los empresarios", puntualiza, "queremos saber dónde estamos parados, con cuánta materia prima vamos a contar para este año. Sentarnos en una Mesa más pequeña, más sectorial para abordar problemas comúnes. El Gobierno tendrá acuerdos internacionales para paliar un poco esto y es bueno saberlo; debe decir cuántas divisas dispone y cuánto va a asignar. Planificar es un imposible".
Sugiere asimismo atacar el bachaqueo y estimular a la población a consumir lo que verdaderamente requiera, eliminar el tipo de cambio a 6,30 y aumentar el precio de la gasolina, entre otras opciones.
En su opinión "se ha distorsionado toda la economía porque hay variables que no se han controlado. Tenemos problemas como el bachaqueo fronterizo -que lo ha habido toda la vida, porque en Colombia las cosas cuestan mucho más que acá- pero ahora es general, en todo el país. Y hoy lo que se produce y se exporta está expuesto al bachaqueo porque comprarlo en 2 y venderlo en 5 es el mejor negocio del mundo".
Sin dudas, asoma, este "es un nuevo oficio, muy rentable y desviado de cualquier cosa lógica"; por tanto, "es necesario que miremos en cómo tenemos que hacer para que la gente consuma lo que realmente deba consumir, no más de eso. El nerviosismo, aunado a esto, hace que el consumidor cuando ve el producto se 'vuelva loco'. Una gandola de aceite, la enviamos a un mayorista y le dura 2 o 3 horas, antes duraba 15 días".
Nuevas apetencias
"Es bonito el slogan de que vamos hacia una soberanía agroalimentaria, pero hay que materializarlo", apunta. "Un país que no produce lo que come, no es soberano; tenemos como 40 años con esa dependencia".
El presidente de Coposa asegura que la producción industrial no ha bajado, pero el consumo ha aumentado. "Los números de producción son los mismos, y si a eso se le une el incremento" de la densidad poblacional y "la apetencia de los consumidores, que compran todo lo que ven en los anaqueles, ¿quién puede con esto? Nadie".
Refiere que si llegáramos hoy, "por obra del Espíritu Santo, a producir 40% más, se acabaría igual. Hay en la mente de la personas que todo lo que ven se lo llevan; hemos elevado 20% la producción, la planta da lo que da. El problema no es producir más, el problema es que hay una demanda desmedida, que no es real. La gente se dedicó a hacer negocio con la comida".
Atribuye al contrabando de extracción, propiedades pertubadoras en la equidad de la economía. "Sigue siendo una sangría, menos mal que se tomaron algunas medidas en la frontera, pero allá (en Colombia) los productos valen 5 o 6 veces más. Con unos márgenes tan grandes, alcanza para incrementar los niveles de corrupción".
Antes sí, ahora no
En respuesta al ministro de Industria, Miguel Pérez Abad, señala que "lo ideal" sería que cada empresa genere sus divisas.
"Lamentablemente en nuestro país no es posible", indica. "Es posible planearlo para que en el futuro lo hagamos, con la creación de ciertas condiciones. Celebro lo que están haciendo con el sector exportador; hace más de 20 años, parte de la producción de Coposa la exportábamos y generábamos 2 millones de dólares al mes. Había divisas y ahora sin ellas, ¿cómo obtenemos la materia prima? No creo que un país que reporta déficit alimentario pueda estar exportando.Además, no se puede dejar el mercado nacional desabastecido".
Afirma haber asistido al seriado de reuniones que el Gobierno, cada tanto tiempo, motiva al sector privado para analizar estos temas. Recuerda entonces a Fuerte Tiuna, Banco Central, Centro Internacional de Educación y Desarrollo (CIED) y a los distintos despachos, como escenarios de encuentros, debates, propuestas.
"Estamos llegando al momento de que no hay mañana, las cosas hay que hacerlas ya", dice. "Necesitamos medidas urgentes; mientras se siga anunciando que se va a hacer y no se hace, se crean expectativas y la gente empieza a no creer".
Insiste el industrial en que los venezolanos "piensan o pensaban, que la toma de decisiones iba a afectar las elecciones, las afectó pero de otra manera. La gente se cansó de que no se tomaran las medidas. No entiende cuál es la espera".
También la "diatriba política atrasa todo. No es posible mantenerla. Hay que pensar en Venezuela, en remar todos juntos y sacar al país adelante". Sostiene que las "disminuidas divisas que ingresan" al fisco, por concepto de petróleo, "deben reorientarse y ocuparlas en las cosas prioritarias, como son la comida y las medicinas". Además "es vital la administración de esas pocas divisas en lo que realmente necesita"Venezuela.
Oficio desviado
"Los empresarios", puntualiza, "queremos saber dónde estamos parados, con cuánta materia prima vamos a contar para este año. Sentarnos en una Mesa más pequeña, más sectorial para abordar problemas comúnes. El Gobierno tendrá acuerdos internacionales para paliar un poco esto y es bueno saberlo; debe decir cuántas divisas dispone y cuánto va a asignar. Planificar es un imposible".
Sugiere asimismo atacar el bachaqueo y estimular a la población a consumir lo que verdaderamente requiera, eliminar el tipo de cambio a 6,30 y aumentar el precio de la gasolina, entre otras opciones.
En su opinión "se ha distorsionado toda la economía porque hay variables que no se han controlado. Tenemos problemas como el bachaqueo fronterizo -que lo ha habido toda la vida, porque en Colombia las cosas cuestan mucho más que acá- pero ahora es general, en todo el país. Y hoy lo que se produce y se exporta está expuesto al bachaqueo porque comprarlo en 2 y venderlo en 5 es el mejor negocio del mundo".
Sin dudas, asoma, este "es un nuevo oficio, muy rentable y desviado de cualquier cosa lógica"; por tanto, "es necesario que miremos en cómo tenemos que hacer para que la gente consuma lo que realmente deba consumir, no más de eso. El nerviosismo, aunado a esto, hace que el consumidor cuando ve el producto se 'vuelva loco'. Una gandola de aceite, la enviamos a un mayorista y le dura 2 o 3 horas, antes duraba 15 días".
Nuevas apetencias
"Es bonito el slogan de que vamos hacia una soberanía agroalimentaria, pero hay que materializarlo", apunta. "Un país que no produce lo que come, no es soberano; tenemos como 40 años con esa dependencia".
El presidente de Coposa asegura que la producción industrial no ha bajado, pero el consumo ha aumentado. "Los números de producción son los mismos, y si a eso se le une el incremento" de la densidad poblacional y "la apetencia de los consumidores, que compran todo lo que ven en los anaqueles, ¿quién puede con esto? Nadie".
Refiere que si llegáramos hoy, "por obra del Espíritu Santo, a producir 40% más, se acabaría igual. Hay en la mente de la personas que todo lo que ven se lo llevan; hemos elevado 20% la producción, la planta da lo que da. El problema no es producir más, el problema es que hay una demanda desmedida, que no es real. La gente se dedicó a hacer negocio con la comida".
Atribuye al contrabando de extracción, propiedades pertubadoras en la equidad de la economía. "Sigue siendo una sangría, menos mal que se tomaron algunas medidas en la frontera, pero allá (en Colombia) los productos valen 5 o 6 veces más. Con unos márgenes tan grandes, alcanza para incrementar los niveles de corrupción".
Antes sí, ahora no
En respuesta al ministro de Industria, Miguel Pérez Abad, señala que "lo ideal" sería que cada empresa genere sus divisas.
"Lamentablemente en nuestro país no es posible", indica. "Es posible planearlo para que en el futuro lo hagamos, con la creación de ciertas condiciones. Celebro lo que están haciendo con el sector exportador; hace más de 20 años, parte de la producción de Coposa la exportábamos y generábamos 2 millones de dólares al mes. Había divisas y ahora sin ellas, ¿cómo obtenemos la materia prima? No creo que un país que reporta déficit alimentario pueda estar exportando.Además, no se puede dejar el mercado nacional desabastecido".